viernes, 27 de agosto de 2010

Arabica Espresso Bar : Say no more!


Lima tirita por el frío, acaso uno de los más intensos de nuestra historia invernal. La ropa se vuelve más pesada, las telas más gruesas, los días más largos. Afortunadamente nuestra oferta gastronómica tiene una notable variedad de placeres que ofrecernos para soportar el frío. Sin embargo, el chocolate, las harinas dulces y los platillos con alto contenido graso afectan nuestra silueta de manera crítica. Existe, por el contrario, un alimento líquido maravilloso que nos abriga y estimula sin que luego tengamos que preocuparnos por el incremento nefasto de nuestro peso ideal. Se trata del café.

Desde que tengo uso de razón, en Lima siempre se ha podido tomar una taza de excelente café a toda hora. La diferencia es que ahora no tenemos que recurrir a marcas extranjeras (italianas o colombianas básicamente) para disfrutar de un buen espresso: nuestro país, qué duda cabe, ofrece ahora los mejores granos del mundo.

¿Tenemos que pagar una pequeña fortuna para acceder a este maravilloso brebaje? De ninguna manera. Existen nuevas marcas nacionales, cuyos granos (molidos o enteros) pueden ser adquiridos en supermercados. Existen también establecimientos en los que nos pueden preparar variados tipos de café, al mismo tiempo que nos ofrecen el grano para llevar y disfrutar en la comodidad de nuestra casa.

Para Gastrosofía uno de los mejores cafés, si no el mejor (lo siento, Gianfranco...), es el de Arabica Espresso Bar, creación de David Torres Bisetti. Este café, ubicado en Recavarren 269, procura un espacio cálido, íntimo, bohemio en el buen sentido. Sus anfitriones son pacientes, expertos y amables, rara virtud esta última en nuestra ciudad... La comida es excelente: los scones de queso cheddar con tocino y cebolla, los muffins de zucchini y los esponjosos y densos brownies de chocolate son algunas de las delicias que pudimos probar en nuestra primera visita. El café, el que ya habíamos probado gracias a Carla Di Franco, es digno de los dioses. No imagino un mejor café: al menos ya no me interesa probar otros por un buen tiempo.

Pero ya habrá momento para rendir cuenta de las maravillas culinarias que Arabica tiene para ofrecernos. Por el momento quiero comentar la excelencia de su café. Sin duda David sabe tanto de granos de café como de su tostado y, desde luego, conoce bien las técnicas de los baristas. Estos saberes deben de haber sido transmitidos a su equipo, pues el espresso que disfruté era de una calidad altísima. El capuccino que mi esposa probó estaba muy sabroso y la espuma lograda: pero el café hace la diferencia. Además, tuvimos mucha suerte pues cuando llegamos el blend de la casa no estaba listo (se tuesta a diario, según me dijeron) y, por ello, pudimos probar el magnífico café Tunki (al precio del blend de la casa). Ahora puedo disfrutar de sus granos en casa, pues no dudé en llevar una bolsa del mismo en granos (ofrecen, para quienes no tienen molinos, diversos tipos de molido según sea nuestra cafetera).

Ciertamente la principal ventaja con que Arabica se impone sobre el gusto del cliente es la lograda calidad de los granos. Esto, además, se debe a que el mismo David Torres BISETTI es el entrepreneur que ha conseguido posicionar favorablemente la marca familia Bisetti Recientemente el café puneño Tunki, con su emblemático gallito de las rocas, obtuvo el primer puesto de la categoría Coffees of the Year, otorgado por la prestigiosa Roasters Guild (Specialty Coffe Association of America). Y a todo ese reconocimiento hay que sumarle la pericia con que los granos han sido tostados en el punto exacto y con la que son molidos para luego ser preparados con justa destreza.

Todos los amantes del café deben ir a Arabica Espresso Bar. Déjense seducir por el ambiente, por la comida y por su alucinante café. Gastrosofía promete hacer más entregas sobre este oasis (ahora ya no iremos de incógnitos y llevaremos cámara) para compartir con ustedes las novedades (por ejemplo, he dejado de lado los cafés que se sirven con licor... mmmm...). Arabica ya tiene fieles seguidores (a los que me sumo en calidad de fan), por eso siento que nuestras apreciaciones animarán a las personas que desean iniciarse en los placeres del café. Y si no encuentran sitio en sus cómodos sillones no hay excusa para comprar una bolsita de café, unas cocadas o unos scones para llevar a la casa. En fin, queridos lectores de Gastrosofía, acepten nuestras sugerencias de manera categórica. No podrán conseguir un mejor espresso en este valle de lágrimas. Que les sea de provecho.

Elio Vélez Marquina
Filólogo, escritor y cocinero aficionado.

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